¿Se puede prevenir la metatarsalgia?

En muchos casos la metatarsalgia se puede prevenir o al menos reducir significativamente el riesgo de desarrollarla, especialmente si se identifican y corrigen los factores de riesgo. 

Formas de prevenir la metatarsalgia

  1. Uso de calzado adecuado:
    • Zapatos con buen acolchado en la suela.
    • Suficiente espacio en la parte delantera (zona de los dedos).
    • Tacones bajos o moderados (evitar tacones altos por períodos prolongados).
    • Buen soporte del arco del pie.
  2. Evitar el sobrepeso:
    • El exceso de peso aumenta la presión sobre la parte delantera del pie (metatarso), por lo que mantener un peso saludable ayuda a reducir esa carga.
  3. Corrección de alteraciones biomecánicas:
    • Las personas con pie cavo, pie plano o dismetrías (como mencionabas antes) pueden tener una distribución anormal de la carga. El uso de plantillas ortopédicas personalizadas puede corregir esto.
  4. Evitar actividades de alto impacto repetitivo:
    • Correr o saltar en superficies duras sin calzado adecuado puede dañar el metatarso. Es importante alternar actividades de impacto con otras de bajo impacto y usar zapatillas específicas para deporte.
  5. Fortalecer y estirar los músculos del pie y la pierna:
    • La fisioterapia preventiva y los ejercicios específicos pueden ayudar a mantener el equilibrio muscular y evitar sobrecargas.
  6. No ignorar molestias:
    • Dolor persistente en la zona metatarsal debe evaluarse pronto para evitar que se convierta en una afección crónica.

Cuándo consultar a un especialista

  • Dolor persistente en la parte delantera del pie. Si el dolor en la zona del metatarso no mejora después de unos días de reposo, cambio de calzado o cuidados básicos, es señal de que necesita una evaluación profesional.
  • Dolor que empeora al caminar o estar de pie. Cuando el dolor aumenta con la actividad y no desaparece con el reposo, puede indicar un problema estructural o una sobrecarga continua.
  • Sensación de ardor, hormigueo o adormecimiento. Estos síntomas pueden ser signo de compresión nerviosa (como en el neuroma de Morton), que a menudo se confunde con metatarsalgia.
  • Cambios visibles en la forma del pie o dedos. Deformidades como dedos en garra, juanetes o callosidades prominentes pueden estar relacionados con desequilibrios que provocan dolor metatarsal.
  • Dificultad para caminar o cojera. Si el dolor te hace cambiar tu forma de caminar o apoyas mal el pie, podría derivar en otras lesiones si no se trata.
  • Dolor tras un traumatismo o lesión. Si hubo una caída, golpe o esguince reciente, es importante descartar fracturas o daño en los tejidos blandos.
  • Falta de mejoría con tratamientos caseros. Si has intentado usar plantillas, cambiar el calzado o tomar antiinflamatorios sin notar mejoría en una o dos semanas, es momento de buscar atención médica.

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