El síndrome facetario es una patología que afecta a las articulaciones de la columna, encargadas de proteger y conectar sus vértebras. Sigue leyendo para conocer todo acerca de este problema:
¿Qué es el síndrome facetario?
Es una patología que afecta directamente a las facetas, unas articulaciones existentes en las vértebras de la columna vertebral. Las facetas son las encargadas de aportar estabilidad, protección y movilidad a las vértebras. A su vez, impiden que rocen entre sí.
El síndrome facetario surge cuando las facetas comienzan un proceso de degradación, disminuyendo su tamaño y su resistencia, irritando la zona y provocando dolor y pérdida de movilidad.
Causas de la patología
Esta patología suele tener como causa principal la degeneración provocada por la edad, que va afectando a las articulaciones, músculos y huesos de la zona lumbar especialmente.
Síntomas que provoca el síndrome facetario
Como en todo tipo de patologías lumbares, el principal síntoma es el dolor en la zona baja de la columna, que puede llegar a extenderse hacia abajo por los glúteos y las piernas. El momento de mayor tensión y dolor es cuando se pasa mucho tiempo de pie. Ahí el dolor se acentúa y suele cesar en situación de reposo.
Los momentos donde se puede sentir mayor dolor es cuando se realizan movimientos rotatorios de cadera o de inclinación hacia delante o hacia atrás. En esos gestos, las vértebras rozan más y, por tanto, se irrita mucho más la zona.
Además del dolor, estos son otros síntomas probables:
- Molestias al girar el cuello
- Rigidez tras el reposo
- Inflamación de articulaciones
- Dolor o complicaciones al inclinar el cuerpo hacia delante
¿Qué tratamiento se aplica?
En nuestra clínica Vitruvio Alcorcón estamos especializados en este tipo de patologías. Por eso, variamos la forma de tratarla en función del paciente y la gravedad del caso, según el deterioro de las articulaciones o las facetas.
Para casos más leves o patologías más iniciales, solemos aplicar tratamientos de fisioterapia manuales que provoquen un mejor posicionamiento de las vértebras, evitando el dolor o el roce. No obstante, este tratamiento siempre va acompañado de trabajo de rehabilitación con ejercicios específicos.
Para pacientes con síndromes facetarios más avanzados o graves, aplicamos tratamientos más agresivos, con técnicas para adormecer los nervios de las facetas y evitar el dolor. Para ello se suele aplicar una infiltración ecoguiada de cortisona, aunque no siempre es recomendable su aplicación.