La fasciopatía plantar es una patología que se manifiesta en la zona del talón. El paciente siente dolor punzante e intenso en la zona cuando se ha permanecido un tiempo en reposo. Una vez que se vuelve a cargar peso en el pie, aparece el dolor.
- Síntomas de la fasciopatía plantar.
- Grados de la fasciopatía.
- Factores que causan la fasciopatía.
- Tratamiento de la fasciopatía.
- Ejercicios recomendados para la fasciopatía.
- Analgesia para la fasciopatía.
- Cuándo se cura la fasciopatía.
- Recomendaciones para pacientes con fasciopatía.
Síntomas de la fasciopatía plantar
El principal síntoma que presenta esta enfermedad es el dolor. Tras un periodo de descanso, aparece este dolor en el talón. Por ello, es especialmente agudo y molesto al levantarse de la cama por la mañana, aunque también se incrementa después de realizar ejercicio físico. Sin embargo, no suele doler mientras se está practicando deporte.
Otro de los síntomas característicos de fasciopatía es la inflamación. Cuando se apoya el pie y aparece este dolor, es posible que la zona también se inflame.
Grados de la fasciopatía
Cuando hablamos de fasciopatía nos referimos a dolor e inflamación en la fascia plantar. Pero hay varios grados en esta patología:
- Engrosamiento de la zona.
- Fascitis. Es la fase siguiente, con un dolor e inflamación más agudos.
- Fasciosis. Ya hablamos de enfermedad crónica y degeneración de la fascia plantar.
Factores que causan la fasciopatía
Las causas o factores por los que puede aparecer esta patología son muy diversos. A continuación vamos a ver los más comunes:
- Pie plano o cavo
- Acortamiento del gemelo.
- Pronación del pie.
- Déficit en la musculatura del pie.
- Cargas prolongadas de peso.
- Sobrepeso.
- Utilizar calzado inadecuado (especialmente a la hora de hacer deporte).
Tratamiento de la fasciopatía
Para tratar una fasciopatía es fundamental un tratamiento fisioterapéutico. La fisioterapia es la mejor manera de paliar los síntomas. Cada profesional deberá estudiar el caso en particular y el grado de fasciopatía del paciente.
Lo habitual es hacer un análisis personalizado y control de cargas al paciente, para poder realizarle el tratamiento que mejor se adapte a su problema. Los más efectivos son los que estimulan la creación de colágeno. Sin embargo, también se han de fortalecer los músculos de la zona. Entre otros, los tratamientos que utilizan los fisioterapeutas son:
- Crioterapia (para la inflamación).
- Ultrasonidos.
- Infiltraciones de plasma o de ácido hialurónico.
- Electrolisis.
- Proloterapia.
- Ondas de choque.
- Microtenotomías.
Ejercicios recomendados
Además del tratamiento que el fisioterapeuta realiza con el paciente, éste puede practicar una serie de ejercicios que favorecen la recuperación y reducción de los síntomas de la patología.
En este sentido, los masajes con pelotas en la planta del pie pueden mitigar el dolor y calmar la inflamación. Se trata de poner el pie en una pelota de tenis o similar, y hacerla rodar con el pie.
Es también un ejercicio muy recomendado hacer lo mismo con una pelota congelada. Es muy efectivo para reducir la inflamación.
Otro de los ejercicios que puede venir bien para complementar el tratamiento es coger una toalla o una banda elástica y colocarla en la planta del pie. Flexionar y estirar las rodillas, haciendo fuerza con la planta.
Analgesia para la fasciopatía
Lo más común es que se paute antiinflamatorios para tratar el dolor. Se recomienda tomar el mismo que se utilice habitualmente para otro tipo de dolencias.
Cuándo se cura
Una vez que se detecta la patología y se empieza a tratar, lo habitual es empezar a notar la mejora a los tres meses, aproximadamente. Hay que tener en cuenta que el cuerpo necesita su tiempo para regenerarse, y el colágeno de la planta del pie lleva su proceso. De hecho, para considerarse curado del todo, puede pasar un año.
Recomendaciones para pacientes con fasciopatía
Un paciente al que se le haya diagnosticado una fasciopatía puede andar con precauciones. Especialmente si es una persona con sobrepeso. Además, se recomienda no forzar y cuando empiece a doler, parar.
Sin embargo, todo lo que el dolor lo permita, debe intentar andar porque será un avance en su rehabilitación.
En lo que al calzado se refiere es muy importante que el paciente utilice uno con una suela gorda y rígida. Unas zapatillas deportivas especiales de running pueden ser una gran opción.
Las suelas blancas no están recomendadas, a pesar de que puedan dar sensación de alivio.