La detección temprana de problemas de circulación en los pies es crucial para prevenir complicaciones graves. Aquí te presento algunos signos y síntomas a los que debes prestar atención:
Aspectos a tener en cuenta
- Pies fríos. Sensación constante de pies fríos, incluso en ambientes cálidos.
- Cambios de color. Piel pálida, azulada o rojiza, especialmente en los dedos de los pies.
- Piel seca y agrietada. Piel que se vuelve excesivamente seca, con grietas o descamación.
- Uñas quebradizas o engrosadas. Uñas que cambian de textura, color o grosor.
- Lenta cicatrización de heridas. Heridas o úlceras que tardan en sanar o no cicatrizan.
- Pérdida de vello en los pies y los dedos. Disminución o ausencia de vello en los pies y los dedos.
- Dolor o calambres. Dolor o calambres en las piernas o los pies, especialmente al caminar o hacer ejercicio.
- Hormigueo o entumecimiento. Sensación de hormigueo, pinchazos o entumecimiento en los pies o los dedos.
- Pesadez o cansancio. Sensación de pesadez o cansancio en las piernas y los pies.
- Hinchazón. Hinchazón en los tobillos o los pies.
- Venas varicosas. Venas dilatadas y visibles en las piernas.
- Claudicación intermitente. Dolor en las piernas al caminar que desaparece con el reposo.
Recomendaciones a problemas de circulación en los pies
Tener cualquier síntoma de los mencionados anteriormente indica que es aconsejable acudir a un médico o podólogo. También en caso de tener enfermedades como la diabetes.
Además, de forma habitual y diaria, revisa tus pies por si experimentan algún cambio. Mantén una higiene diaria y de cuidado de pie. Desde cortar las uñas hasta hidratarlos.
En general, es importante adoptar un estilo de vida saludable. Lo que implica ejercicio regular, dieta equilibrada, no fumar, etc.
Recuerda que la detección temprana y el tratamiento adecuado pueden prevenir complicaciones graves y mejorar tu calidad de vida.