La tendinitis rotuliana, también conocida como rodilla del saltador, es una lesión común que afecta al tendón que une la rótula con la tibia. Su duración puede variar según la gravedad de la lesión, el tratamiento aplicado y la constancia en la rehabilitación.
Tiempo de recuperación tendinitis rotuliana
- Casos leves. Con reposo, fisioterapia y cambios en la actividad física, puede mejorar en 2 a 4 semanas.
- Casos moderados. Requieren un tratamiento más prolongado con terapia física y adaptación del ejercicio. La recuperación puede tardar de 1 a 3 meses.
- Casos graves o crónicos. Cuando la lesión ha avanzado o no se ha tratado adecuadamente, puede prolongarse durante varios meses, incluso más de 6 meses, y en algunos casos puede requerir tratamiento quirúrgico.
Factores que influyen en el tiempo de recuperación
- Nivel de actividad física (especialmente en deportistas)
- Edad del paciente
- Adherencia al tratamiento (fisioterapia, ejercicios de fortalecimiento, reposo)
- Presencia de otras afecciones en la rodilla
Es importante no forzar la articulación ni volver a la actividad física intensa sin el alta médica, ya que esto puede cronificar la tendinitis.
¿Por qué se produce la tendinitis rotuliana?
La tendinitis rotuliana se produce por una sobrecarga o uso excesivo del tendón rotuliano, que conecta la rótula (hueso de la rodilla) con la tibia. Esta sobrecarga genera microdesgarros en el tendón, que con el tiempo provocan dolor e inflamación.
Las causas más comunes incluyen:
- Actividad física intensa o repetitiva. Especialmente deportes que implican saltos, cambios bruscos de dirección o impacto repetido, como el baloncesto, voleibol o running.
- Falta de calentamiento o estiramiento adecuado. No preparar correctamente los músculos y tendones antes del ejercicio aumenta el riesgo de lesiones.
- Técnica deportiva incorrecta. Una mala postura al correr, saltar o aterrizar puede generar una tensión excesiva sobre el tendón rotuliano.
- Desequilibrios musculares. Músculos del muslo (cuádriceps e isquiotibiales) demasiado tensos o débiles pueden alterar la mecánica de la rodilla.
- Uso de calzado inadecuado. Un calzado que no amortigüe bien o que no sea adecuado para el deporte puede aumentar la presión sobre las rodillas.
- Superficies duras o irregulares. Entrenar o competir sobre cemento u otras superficies duras eleva el impacto sobre la articulación.
- Edad y desgaste. Con el tiempo, los tendones pierden elasticidad y se vuelven más propensos a la inflamación.