¿Cómo cortar las uñas correctamente para evitar uñas encarnadas?

Las uñas encarnadas pueden ser dolorosas e incluso provocar infecciones si no se tratan. Una de las formas más efectivas de prevenirlas es saber cómo cortar las uñas correctamente. 

Tips para evitar uñas encarnadas

  • Corta las uñas en línea recta. Evita redondear los bordes o hacerlas demasiado curvas. Corta las uñas rectas para que los bordes no crezcan hacia la piel. Esto es especialmente importante en las uñas de los pies.
  • No cortes demasiado. Dejar las uñas muy cortas puede hacer que la piel las sobrepase, favoreciendo que se encarnen. Lo ideal es que el borde libre de la uña esté alineado con la punta del dedo o un poco más largo.
  • Lima los bordes con suavidad. Si los bordes quedan afilados después de cortarlas, usa una lima para suavizarlos ligeramente, sin redondearlos demasiado.
  • Utiliza herramientas adecuadas. Se recomienda utilizar herramientas apropiadas y prevenir que se encarnen. Los instrumentos de corte recto son los más indicados. Siempre limpios y bien afilados. 
  • Mantén una buena higiene. Lava bien tus pies y manos antes y después de cortarte las uñas. Mantener la zona limpia ayuda a prevenir infecciones en caso de pequeños cortes.
  • Evita usar calzado muy ajustado. Aunque no está directamente relacionado con el corte de uñas, usar zapatos muy apretados puede presionar las uñas hacia la piel y aumentar el riesgo de encarnamiento.

Aspecto uña encarnada

Identificar una uña encarnada a tiempo sirve para evitar complicaciones mayores. Desde una leve incomodidad hasta una infección dolorosa. A continuación, te explicamos cómo reconocer sus síntomas más comunes y cuándo es recomendable acudir a un especialista.

  • Enrojecimiento. La piel alrededor del borde de la uña se ve roja e irritada.
  • Inflamación. Hay hinchazón evidente en la zona afectada.
  • Dolor al tacto. Suele doler al presionar la uña o al caminar (si es en el pie).
  • Sensación de calor. La zona puede sentirse más caliente que el resto del dedo.
  • Pus o secreción. Si hay infección, puede salir líquido amarillo o blanco.
  • La piel puede cubrir parte de la uña. En casos más avanzados, la piel inflamada puede crecer sobre el borde de la uña.

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