La tendinitis es cuando el tendón, que conecta el músculo con el hueso, se inflama. Puede ocurrir por usar mucho una parte del cuerpo, hacer movimientos repetidos o lastimarse. Los signos son dolor, hinchazón, sensibilidad y rigidez en el área afectada.
Tratamientos más eficaces
La fisioterapia es muy importante para tratar la tendinitis. En primer lugar destacar que ayuda a mejorar la flexibilidad y movilidad. Para ello, se realizan:
- Ejercicios de estiramiento: elongación suave de los músculos para mejorar la flexibilidad y el rango de movimiento.
- Ejercicios de movilidad articular: movimientos controlados de las articulaciones para mejorar la amplitud de movimiento.
- Ejercicios propioceptivos: entrenamiento para mejorar el equilibrio y la coordinación.
Cuando el objetivo es fortalecer los músculos, se emplean
- Ejercicios isométricos: contracción muscular sin movimiento articular.
- Ejercicios excéntricos: contracción muscular mientras el músculo se alarga.
- Ejercicios de fortalecimiento con pesas o bandas de resistencia: gradualmente se aumenta la intensidad para fortalecer los músculos.
Para aquellos casos en los que sea fundamental corregir la postura y mejorar la movilidad, algunas de las técnicas más comunes son:
- Ejercicios de reeducación postural: aprender a tener una postura correcta para evitar sobrecargas en los tendones.
- Ejercicios de ergonomía: adaptación del puesto de trabajo y las actividades diarias para evitar posiciones que puedan causar dolor.
- Vendaje neuromuscular: aplicación de vendajes para mejorar la postura.
Por otro lado, los medicamentos pueden ayudar a reducir el dolor y la inflamación:
- Antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) como ibuprofeno o naproxeno, para reducir el dolor y la inflamación.
- Analgésicos como paracetamol, para aliviar el dolor.
- Corticosteroides en casos más graves. Se pueden inyectar corticosteroides directamente en el tendón para reducir la inflamación.
Consejos para mejorar la tendinitis
Para mejorar la tendinitis, es necesario un enfoque integral que incluya los aspectos que a continuación mencionamos. Puedes seguir unos prácticos para ayudar a aliviar el dolor y promover la curación de la tendinitis, así como estrategias para prevenir su recurrencia. No obstante, consulta previamente a un especialista.
- Reposo: evita las actividades que causen dolor e inflamación. Puedes reducir el tiempo de ejercicio o cambiar tu rutina de ejercicios para dar tiempo al tendón a sanar.
- Hielo: aplica hielo en la zona afectada. Al menos durante 20 minutos de forma regular. Con esto es posible reducir la inflamación y el dolor.
- Compresión: venda la zona afectada. De esta manera se puede reducir la hinchazón y proporcionar soporte adicional.
- Elevación: elevar la zona afectada por encima del nivel del corazón puede ayudar a reducir la hinchazón.
Tratamientos invasivos
Los tratamientos invasivos para la tendinitis se consideran cuando los tratamientos no invasivos, como la fisioterapia, el descanso y la medicación, no han logrado aliviar el dolor y la inflamación del tendón.
Aquí hay algunos ejemplos de tratamientos invasivos para la tendinitis:
- Inyecciones de cortisona: la cortisona es un potente antiinflamatorio que se puede inyectar en la vaina del tendón, nunca dentro de él, y ayuda a reducir el estado inflamatorio del tendón.
- Terapia con electrólisis (EPI o EPTE) que consiste en aplicar corrientes galvánicas al tendón para acelerar el proceso de curación.
- En estados donde la inflamación ha terminado degenerando el tendón se puede usar tratamientos regenerativos como el PRP (Plasma rico en plaquetas).
- Terapia con ondas de choque: esta terapia utiliza ondas acústicas de alta energía para estimular la curación del tendón.
- Cirugía: en casos raros, puede ser necesaria una cirugía para reparar el tendón dañado.