La artrosis y la artritis son dos enfermedades que afectan a las articulaciones. Sin embargo, existen algunas diferencias importantes entre ambas.
La artrosis es una enfermedad crónica que consiste en la degeneración del cartílago que recubre las superficies óseas de la articulación. El cartílago es un tejido que amortigua los extremos de los huesos y permite que se muevan sin rozarse.
Por su parte, la artritis es una inflamación que afecta a las articulaciones. La inflamación puede ser causada por diferentes factores, como infecciones, enfermedades autoinmunes o depósitos de cristales.
Causas
La causa de la artrosis no se conoce con exactitud, pero se cree que está relacionada con el envejecimiento, el sobrepeso y el uso excesivo de las articulaciones.
Las causas de la artritis son variadas. Las más comunes son las siguientes:
- Infecciones. Puede producirse cuando una articulación se infecta con bacterias o hongos. Da lugar a la conocida artritis séptica.
- Enfermedades autoinmunes. La artritis reumatoide, la artritis psoriásica y la artritis gotosa son enfermedades autoinmunes que provocan inflamación en las articulaciones.
- Depósitos de cristales. La gota es una enfermedad que se produce por el depósito de cristales de ácido úrico en las articulaciones.
Síntomas de cada enfermedad
Los síntomas son similares. No obstante vamos a hacer distinción por cada enfermedad.
Los síntomas de la artrosis suelen ser los siguientes:
- Dolor en la articulación afectada, especialmente al mover la articulación.
- Rigidez en la articulación afectada, especialmente al levantarse por la mañana o después de estar sentado o tumbado durante un tiempo prolongado.
- Hinchazón en la articulación afectada.
- Deformidad en la articulación afectada.
Los síntomas de la artritis pueden variar en función de la causa de la inflamación. Sin embargo, los síntomas más comunes son los siguientes:
- Dolor en la articulación afectada, especialmente al mover la articulación.
- Rigidez en la articulación afectada, especialmente al levantarse por la mañana o después de estar sentado o tumbado durante un tiempo prolongado.
- Hinchazón en la articulación afectada.
- Enrojecimiento en la articulación afectada.
- Calor en la articulación afectada.
Tratamientos
Antes de iniciar cualquier tratamiento es necesario hacer un diagnóstico. En cualquiera de las dos enfermedades se basa en la exploración física del paciente y en pruebas complementarias, como radiografías, análisis de sangre y análisis de líquido sinovial.
El tratamiento de la artrosis y la artritis depende de la gravedad de los síntomas y de la causa de la enfermedad. Los tratamientos más comunes son los siguientes:
Artrosis:
- Medicamentos. Los medicamentos más comunes para tratar la artrosis son los analgésicos, los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) y los suplementos de glucosamina y condroitina.
- Fisioterapia. Ayuda a mejorar el movimiento y la fuerza en las articulaciones afectadas.
- Cirugía. La cirugía puede ser necesaria en casos graves de artrosis para reemplazar la articulación afectada.
Artritis:
- Medicamentos. Los medicamentos más comunes para tratar la artritis son los antiinflamatorios no esteroideos (AINE), los corticosteroides y los fármacos modificadores de la enfermedad (FAME).
La administración del medicamento también depende de la causa. Si la causa de la artritis es una infección se debe tratar con antibiótico para eliminar la infección. Si en cambio, la causa es una enfermedad autoinmune, se debe suministrar inmunosupresores.
- Fisioterapia. Como en la artrosis la terapia física también ayuda a reducir la sintomatología.
Estos tratamientos se pueden llevar a cabo en la Unidad del Dolor, especializada en enfermedades crónicas como es el caso de la artrosis y la artritis.