La lumbociática es una patología que se produce por la irritación del nervio ciático. Se caracteriza por producir un intenso dolor que se extiende por la pierna, llegando incluso al pie. Descubre más a través de los siguientes puntos:
Causas de la lumbociática
Existen diversas causas que pueden provocar la lumbociática como por ejemplo el esfuerzo físico, las malas posturas, el sedentarismo y la obesidad. No obstante, hay algunas enfermedades que también pueden ser las causantes como:
– Hernia discal.
– Fractura vertebral.
– Estenosis raquídea.
Diagnóstico
El diagnóstico depende del dolor y de la exploración previa que se realiza al paciente. En un primer momento lo más habitual es realizar una radiografía de la columna. Gracias a la cual se pueden detectar fracturas o el grado de degeneración.
En ocasiones es necesario realizar un TAC, ya que permite observar las estructuras óseas con mayor detalle que en una radiografía. Además, con un TAC se pueden detectar sus causas como la hernia discal.
Si buscamos mayor detalle porque la radiografía y el TAC no permite un diagnóstico claro, se utilizan pruebas más complejas como es la resonancia magnética que ofrece un mayor detalle.
Tratamiento de la lumbociática
Los especialistas de nuestra clínica utilizan tratamiento conservador para curar la lumbociática. Este consiste en la fisioterapia a la vez que se compagina con medicación para mitigar el dolor. La neuromodulación o la punción seca son algunos tratamientos de fisioterapia empleados con mayor frecuencia.
En ocasiones se realizan infiltraciones. No obstante, no es la primera opción en casi ningún caso.
¿Se puede prevenir la lumbociática?
La lumbociática si se puede prevenir. Para ello hay que seguir un estilo de vida y hábitos saludables que incluya:
Mantén una postura correcta
La postura es fundamental para excitar la lumbociática. Tanto al estar sentado como al estar de pie hay que mantener la espalda recta. En el caso de permanecer mucho tiempo sentado, se debe ajustar la altura de la silla y también de la pantalla para que esté a la altura de los ojos.
Cuando haya que coger objetivos, tanto si son de gran peso como si no, la mejor postura es agacharse con las rodillas dobladas y para levantarse, impulsarse son la fuerza de las piernas.
También es importante la postura a la hora de dormir. Lo más aconsejable es tener entre las rodillas una almohada. Es la forma de mantener la columna recta. Otra buena postura es boca arriba con una almohada debajo de las rodillas.
Fortalece el abdomen y espalda
Quienes tienen las abdominales fuertes sostienen mejor la columna vertebral y, en consecuencia, previenen el dolor lumbar. Para mantener fuerte el abdomen se deben hacer ejercicios variados como planchas o abdominales.
También hay que prestar atención a los músculos de la espalda. Ejercicios como remo, jalones al pecho y extensiones de espalda ofrecen buenos resultados.
Practicar yoga o pilates son disciplinas combinan ejercicios de fuerza, flexibilidad y respiración que pueden ayudarte a mejorar la postura, fortalecer los músculos centrales y prevenir lesiones.
Mantener un buen peso
El sobrepeso ejerce una presión adicional sobre la columna vertebral. Este hecho hace que aumente el riesgo de sufrir lumbociática. Por ello, hay que mantener una dieta saludable acompañada de ejercicios físicos.
Evita el sedentarismo
Evita permanecer sentado durante largos períodos de tiempo. Levántate y camina al menos cada 30 minutos para mejorar la circulación y reducir la tensión en la espalda.
Se recomienda practicar al menos 30 minutos de ejercicio de intensidad moderada la mayoría de los días de la semana. Puedes elegir actividades como caminar, nadar, andar en bicicleta o bailar.
Consulta a un profesional
Si tienes dolor lumbar recurrente o intenso: Es importante consultar a un médico o fisioterapeuta para obtener un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado. Un profesional puede evaluar tu condición, identificar la causa del dolor y recomendarte ejercicios específicos, terapias o, en algunos casos, medicamentos.