La punción seca es una técnica que se utiliza en fisioterapia para eliminar los dolores musculares o puntos gatillo. Se utiliza para dolores que tienen como causa sobrecargas o movimientos bruscos, entre otros. Explicamos más información en los siguientes puntos:
¿En qué consiste?
Consiste en introducir una aguja en la zona para realizar una microrrotura de la estructura de las fibras musculares. El objetivo es reducir el dolor. Aunque para ello, primero se produce inflamación en la zona.
Se caracteriza porque no se introduce ningún tipo de sustancia ni medicamento. La aguja simplemente se utiliza para pinchar la zona. Además, su duración es muy corta, entre cinco y quince minutos dependiendo del tipo de punción.
Tipos de punción seca
Hay dos principales tipos son: superficial y profunda.
- Superficial: la aguja se inserta un centímetro, sin llegar a tocar el músculo, sólo actúa en el tejido celular subcutáneo.
- Profunda: en este caso y como su propio nombre indica, la aguja se inserta hasta los músculos profundos. Debe llegar al punto gatillo.
Patologías
Existen diversas patologías que producen dolor miofascial y que, por tanto, permiten aplicar la punción seca. Algunas de ellas son:
- Tendinopatías.
- Lesiones deportivas que afectan a los músculos.
- Síndrome túnel del carpo.
- Lumbalgias.
- Bursitis.
- Artrosis.
- Lesiones de hombro.
- Fascitis plantar.
- Dolores de cabeza por tensión.
Consecuencias punción seca
La punción seca no tiene apenas consecuencias negativas, al menos en la mayoría de los casos. Tras la punción se produce un dolor intenso en la zona que a veces implica aumento de sensibilidad, pero solo durante un tiempo determinado. Alrededor de dos días. Tras ello, el dolor disminuye progresivamente hasta su desaparición.
Otra consecuencia es la aparición de hematomas en la zona que con el paso del tiempo también desaparecen.