1. Por tipo de pisada (clasificación principal)
Esta clasificación describe la rotación del pie en el momento del apoyo:
| Tipo de pisada | Descripción | Implicaciones comunes |
| Pies pronadores | El pie rota excesivamente hacia adentro (eversión) al contactar con el suelo. Es el más común (aprox. 50-60%). El apoyo se concentra en el borde interno. | Fascitis plantar, dolor en rodillas (valgo), tendinitis del tibial posterior, pata de ganso, tendinitis del tibial posterior. |
| Pies supinadores | El pie apoya predominantemente en el borde externo (inversión) y no rota lo suficiente hacia adentro para absorber el impacto. Menos común (aprox. 10-15%). | Esguinces de tobillo de repetición, fracturas por estrés, sobrecarga en la parte externa de la rodilla y cadera, tendinitis de los peroneos. |
| Pies neutros | El pie aterriza por la parte externa del talón y luego realiza una ligera y controlada pronación para absorber el impacto, alineando bien el tobillo. | Es el patrón ideal, pero no está exento de lesiones si hay otros factores (calzado, sobreentrenamiento). |
2. Alteraciones estructurales y morfológicas
Estas se refieren a la forma del pie o la altura de su arco:
- Pie plano. El arco longitudinal interno está disminuido o colapsado. Esto genera una mayor pronación y sobrecarga.
- Riesgos: Dolor en el talón y tobillo, tendinitis, inestabilidad.
- Pie cavo. El arco longitudinal es excesivamente alto. El pie es rígido y tiene poca capacidad de absorción de choque. El apoyo se concentra en el talón y la cabeza de los metatarsianos.
- Riesgos: Metatarsalgias, callosidades severas, fracturas por estrés, esguinces de tobillo.
- Dismetria o simetría de miembros inferiores. Una pierna es significativamente más larga que la otra. Esto provoca que el pie de la pierna más larga compense con una pronación excesiva o que la pelvis se incline.
- Riesgos: Dolores lumbares, escoliosis funcional, sobrecarga unilateral de rodilla y cadera.
3. Alteraciones dinámicas (durante la marcha)
Estas irregularidades se observan al caminar:
- Aducción o abducción del antepié:
- Marcha con punta hacia adentro (pie de paloma). El pie apunta hacia el otro pie al caminar. Puede ser por un problema en la rotación de la cadera o de la tibia.
- Marcha con punta hacia afuera. El pie apunta hacia el exterior, a menudo asociada a pronación compensatoria.
- Acortamiento del tendón de aquiles o de gemelos. Limita la dorsiflexión del tobillo (movimiento del pie hacia arriba), obligando al pie a pronar de forma prematura y excesiva para «alargar» la pisada.
- Desplazamiento del Centro de Presión (COP). Un análisis detalla cómo se mueve el centro de presión del cuerpo sobre el pie. Un COP desviado continuamente hacia un lado o que presenta picos de presión anormales indica una mala distribución de la carga.
El objetivo del análisis de la pisada es determinar si estas alteraciones están contribuyendo a los síntomas y corregirlas, a menudo mediante el uso de plantillas ortopédicas personalizadas o ejercicios específicos.
