La infiltración es la inyección de un medicamento a través de una aguja que se aplica en una articulación o tejido del cuerpo. Se aplica para tratar el dolor y acelerar la recuperación. Por lo general, se inyectan medicamentos como corticoides, analgésicos o antiinflamatorios.
Aplicaciones de una infiltración
Las infiltraciones se pueden realizar en cualquier parte del cuerpo, pero las zonas más comunes son las articulaciones, como las rodillas, los hombros, las caderas y las manos. También se pueden realizar en músculos, nervios y en la columna vertebral.
Las infiltraciones se recomiendan en los siguientes casos:
- Dolor intenso que no responde al tratamiento farmacológico o a la rehabilitación.
- Inflamación o infección en una articulación o un tejido.
- Para preparar una cirugía o una intervención mínimamente invasiva.
- Para diagnosticar una condición médica.
En general, las infiltraciones se consideran una técnica segura y eficaz, con una tasa de complicaciones muy baja. Sin embargo, como cualquier procedimiento médico, conlleva algunos riesgos, que incluyen:
- Infección. Se produce cuando las bacterias entran en la articulación o el tejido a través de la aguja de la inyección.
- Sangrado. Puede producirse si la aguja de la inyección perfora un vaso sanguíneo.
- Reacción alérgica. Dependiendo del medicamento inyectado y de la persona, puede producir una reacción alérgica.
Las probabilidades de estos riesgos son bajos. No obstante, antes de su aplicación el médico tiene la obligación de informar de los riesgos de esta técnica.
Patologías que requieren infiltración
Las infiltraciones se utilizan para tratar una amplia gama de patologías, tanto de origen reumatológico como traumatológico. En general, se utilizan para aliviar el dolor, la inflamación y la rigidez en una articulación o un tejido.
Patologías reumatológicas
Las infiltraciones se utilizan con frecuencia para tratar las siguientes patologías reumatológicas:
- Artritis. La artritis es una inflamación de las articulaciones que puede causar dolor, hinchazón y rigidez. Las infiltraciones sirven para cualquier tipo de artritis, por ejemplo reumatoide o psoriásica, entre otras.
- Artrosis. La artrosis es una enfermedad degenerativa que afecta al cartílago que rodea las articulaciones. Produce dolor, pérdida de movilidad y rigidez.
- Enfermedades autoinmunes. Son aquellas en las que el sistema inmunitario ataca las células del cuerpo. Su principal síntoma es que causa inflamación en diversas partes del cuerpo. También en las articulaciones.
Patologías traumatológicas
Las infiltraciones se utilizan con frecuencia para tratar las siguientes patologías traumatológicas:
- Tendinitis. La tendinitis es una inflamación de un tendón, una estructura que conecta los músculos con los huesos. Sus síntomas son rigidez, dolor e hinchazón.
- Bursitis. Es un trastorno que se produce por la inflamación de una bursa, es decir, la bolsa llena de líquido que ayuda a amortiguar las articulaciones.
- Fascitis. Es una inflamación de la fascia, una capa de tejido conectivo que rodea los músculos y que provoca, entre otros síntomas, dolor.
- Ciática. La ciática es un dolor que se irradia por la pierna a lo largo del nervio ciático. Puede ser causado por una hernia discal, una irritación del nervio ciático u otras condiciones. Las infiltraciones se pueden utilizar para tratar el dolor asociado a la ciática.