El dolor de rodilla crónico es un dolor que afecta a la articulación de la rodilla, que cabe recordar que se trata de la más grande y compleja de todo el cuerpo. Se habla de dolor crónico cuando dura más de 3 meses. Y su desencadenante puede ser por motivos variados como lesiones, enfermedades como la artritis y debilidad muscular, entre otros.
Para tratar el dolor crónico, en este caso de rodilla, lo más adecuado es acudir a la unidad del dolor. Sus profesionales están especializados en el tratamiento del dolor crónico y por tanto, pueden ayudar a los pacientes con dolor de rodilla crónico a desarrollar un plan de tratamiento personalizado que aborde la causa del dolor y minimice los efectos negativos del dolor.
¿Cómo tratar el dolor de rodilla crónico en la unidad del dolor?
Para tratar el dolor crónico en la unidad del dolor lo más importante y la base de cualquier tratamiento es la realización de un buen diagnóstico. Consiste en realizar una examen físico con pruebas como ecografías, radiografías o resonancias magnéticas, entre otras, para saber dónde está exactamente el dolor.
Conociendo el diagnóstico, se puede aconsejar qué tratamiento seguir. Teniendo en cuenta la variedad de ellos:
- Medicamentos. Los profesionales de la unidad del dolor pueden recetar medicamentos para reducir el dolor, la inflamación y otros síntomas que estén asociados al dolor de rodilla crónico.
- Fisioterapia. Los fisioterapeutas pueden ayudar a los pacientes a fortalecer los músculos alrededor de la rodilla y mejorar el rango de movimiento.
- Infiltraciones. Cuando se produce dolor en las rodillas es muy frecuente realizar infiltraciones, aunque depende de cada caso. Los corticosteroides o ácido hialurónico, por ejemplo, ayudan, en muchos casos, a reducir el dolor y la inflamación.
- Radiofrecuencia. Se emplea para eliminar la sensación de dolor.
- Cirugía. En casos severos, la cirugía puede ser necesaria para reparar el daño en la articulación de la rodilla.
- Apoyo de profesionales. La unidad del dolor puede proporcionar apoyo emocional y psicológico a los pacientes con dolor de rodilla crónico. Es una de las grandes características de la unidad del dolor y, además, muy beneficiosa. Es de gran ayuda para los pacientes, pero también para los familiares. Es una vía de aprendizaje para saber lidiar con los desafíos del dolor crónico y mejorar su calidad de vida.